lunes, 15 de julio de 2013

Podría hablar

Podría hablar de vida…de pulmones henchidos de aire, de un corazón latiendo fuerte, de sangre circulando vigorosa por un cuerpo ávido por devorar cada día que empieza…
Y además de hablar de vida, podría hablar de ansias de vivir; de ese brillo en los ojos que provocan los sueños cuando los tenemos, del caminar erguido de quien confía, y del impulso irrefrenable por gritarle al mundo la ilusión que anida en cada secreto que sólo confesamos a la almohada…
No me importaría ir más allá, y después de hablar de vida y de ansias de vivir, hablar de amor; de ese amor perfecto tantas noches soñado, de ese rostro aún sin rostro que anda por el mundo sin sospechar que le espero. Del quizá mañana, del contar los días con impaciencia. De ese desear caricias de manos aún desconocidas, y de esos susurros que estremecerán la piel entera.
Y después de hablar de vida, de ansias de vivir y de amor, sólo me resta callar; guardar silencio para que mis palabras penetren en la conciencia, para que, al igual que la lluvia empapa la tierra sedienta y la calma, calmen ellas la sed de algún corazón que esta noche esté creyendo que nada puede esperar.

Ahora guardaré en mi bolso la desgastada libreta cuyas páginas son testigo mudo del nacimiento de estas líneas, apagaré la luz y saldré de aquí sigilosamente. 
Dejaré que el eco de mis palabras en el silencio meza tu sueño ahora y por la mañana, dulcemente,  te despierte.

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