Ámate

Habla conmigo. 

Detente y escúchame sólo un momento.

Por favor, no sigas acallando mi voz con distracciones, con ruidos vacíos, con prisas, con mil cosas…

Acércate al espejo y no temas mirarme.

Te amo.

Mira el brillo de tus ojos, y escucha a tu alma hablarte a través de ellos…

Mírate y sonríe con esa dulce sonrisa tuya…

Observa tu piel morena, tus labios, tu nariz, tus cejas, la suave forma de tu rostro…

Observa tus manos, tu precioso cuerpo, tu respiración…

Párate y enamórate de ti. Perdónate. Todo está bien. 

Te amo.

No te castigues más…

Sé valiente. Grita. Patalea. Llora. Haz lo que quieras.

Sé paciente contigo… 

Deja que los rayos del sol te acaricien.... 

Deja que el viento te peine... 

Deja que la lluvia todo se lo lleve..

Permítete ser libre…

Ámate. Te amo.

Antes de ti...

Antes de ti...
...no deseaba que llegara la noche para soñar contigo...
...no sonreía al recordar tu risa...
...no escuchaba el eco de tu voz cada momento del día...

                                                      No sabía que existías...


Pero llegaste un día...

...y contigo llegaron la felicidad, las mariposas, la pasión, la libertad, las ganas de amar, la confianza, los abrazos, el ansia de saber de ti, el sentirme viva cuando penetras en mí, el deseo de tu oscuridad y de tu luz, la locura de amarte y esperarte

      ...y pintar corazones en un papel...

                        
        ...y que me guste tanto el mundo, ahora que sé que estás en él...

No llegó a doler...

Caía el día sobre el manto negro de la oscura noche...

Llovían lágrimas...susurraba el viento, secándolas...

No llegó el dolor a doler...

No crujió el corazón herido...

No se doblegaron las rodillas, rendidas...

No dolió suficiente... no se abrieron las viejas heridas...