No sentía ningún frío, ni era consciente del discurrir
de las horas, pues sólo podía pensar en él, y en que quizá nunca sabría que
ella seguía esperándole allí, donde se habían despedido por última vez.
- No vendrá - le repitió una voz de la que no
conseguía librarse; una voz que no pertenecía a nadie, que sólo estaba ahí,
acechando, envolviéndola…
Decidió ignorarla, como había hecho hasta entonces, y se sumergió de nuevo en sus sueños, en esa realidad que le gustaba
imaginar, o recordar…ya no estaba segura…
- No vendrá – insistió la espeluznante voz.
Cerró los ojos buscando aislarse. Acudieron
entonces a su mente imágenes que apenas permanecieron en ella durante un
instante, como si se tratara de flashes, de fotografías pasando a gran
velocidad…pero que dejaron tras de sí una profunda huella de caricias, de
abrazos cálidos y protectores, de risas plenas de felicidad…
- No vendrá- de nuevo aquellas palabras rompieron la magia.
- ¿Por qué repites eso una y otra vez? – se rindió -¿Cómo
sabes que no vendrá?
Sólo un espeso silencio le respondió…
- ¿¿¡¡Cómo sabes que no vendrá!!?? – gritó con
todas sus fuerzas.
Y obtuvo por fin su respuesta.
- Porque él nunca ha existido…ni tú tampoco…
Incrédula, pensó en la última vez que había sentido
hambre, o sed, incluso cansancio…y no logró recordarlo, como tampoco consiguió recordar
cuándo había hablado con alguien en alguna ocasión…o dónde estaba su casa…
Elevó sus manos a la altura de los ojos…no había
nada,…buscó su cuerpo, sus pies, el largo cabello que creía tener,…y no
había nada…
- Sólo eres un sueño...- escuchó antes de perderse en la
inmensidad del infinito…
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