Abrir
la puerta y acceder a un mundo misterioso poblado de sombras…
Vagar
entre siniestros árboles cuyas ramas pretenden agarrarte y retenerte allí para
siempre…
Caminar
sintiéndote observada, controlando a duras penas el miedo visceral que prende en las entrañas…
Pasear
entre extraños sonidos que parecen tocarte…
Sentir
en la piel el eco de tu propia angustia…
Hundir
los pies en arenas movedizas y abandonarte a ellas…
Saberte
atrapada en una pesadilla…a merced de la locura que te tienta…
Y en
la certeza del inminente desastre, balanceándote en la fragilidad de la cordura…sentirte bien en ese entorno amenazante…
…amenazante
y familiar…
…acogedor
a pesar del pánico…
…de
alguna manera, hogar…
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