martes, 4 de junio de 2013

A veces los cuentos son un cuento


Mientras espero a la lluvia pienso en los castillos de naipes que han caído hoy, y en el desencanto que se instala en los cuentos de hadas cuando cerramos el libro y los personajes tienen que seguir con sus vidas.
No sé muy bien por qué, pero pienso en fuegos que se apagan y en pieles que se alejan. Pienso en finales infelices.
Yo quiero escribir sobre bellas durmientes que despiertan al recibir un beso de amor verdadero, pero mis manos se empeñan en dibujar príncipes que no encuentran el camino al castillo encantado.
Me esfuerzo por evitarlo, pero de vez en cuando la madrastra gana, y a veces un cisne es sólo un cisne, y una rana es una rana, por mucho que te empeñes en besarla.
Algunos días no hay sirenas en el mar, y los lobos devoran a las niñitas que vagan solas por el bosque.
A veces el final del cuento llega demasiado tarde, a veces cenicienta no pierde ningún zapato…a veces desapareces en la chistera del mago y nunca vuelves…

1 comentario:

  1. Hola Ascensión, hacía tiempo que no te comentaba, pero eso no significa que no te lea. En el momento haces una entrada, allá que voy a leerla. Hoy quiero comentarla por que como tu bien dices, a veces los cuentos son solo eso, cuentos, que se desvanecen al cerrar el libro. Pero otras veces no. Otras veces la realidad supera la ficción de los cuentos, pero para que esto ocurra hace falta buscar nuestra propia historia y llevarla a cabo, por encima de todo, así se consigue la magia de los cuentos, te lo aseguro.
    Un abrazo.

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