lunes, 10 de diciembre de 2012

Un propósito para hoy


Quiero reír.
Es la única meta que me he propuesto para hoy, lunes de otoño disfrazado de invierno.
Parece una tarea fácil…reír…ya ves…cuando quiera puedo hacerlo…
Sólo hay que abrir la boca, enseñar los dientes (cuantos más mejor), y emitir ese sonido tan característico y particular de cada uno.
Pero lo que pretendemos risa se queda en extraña mueca cuando ríe la boca, pero no los ojos, que son los que transmiten la alegría del alma, la que viene de dentro, justo la que no puede fingirse…
La risa, cuando brota de las ganas de vivir, es un gesto del que todo el cuerpo participa; es una fiesta espontánea a la que todo el mundo está invitado. No hay músculo, por pequeño que sea, que permanezca ajeno cuando reímos…
Y se puede llorar de alegría, pero no se puede reír de tristeza…
Fíjate qué propósito tan fácil tenía para hoy..., y sin embargo, qué difícil…

No hay comentarios:

Publicar un comentario