Diosa Fortuna, cruel y
bondadosa, que no has querido cantar hoy mis números y has pasado por mi puerta
sin llamar, aunque has dejado tu aroma en mi casa.
Suerte caprichosa y esquiva que
me regala salud cada 22 de diciembre.
Suerte escurridiza que hinchas
tu ego al saberte deseada por todos.
¡Cuántos brindis hoy a tu
salud! ¡cuántas veces pronunciado tu nombre…!
¿Has sabido ser justa? ¿has
tocado con tu gracia a quienes te necesitaban?
Diosa Fortuna...gracias por el
regalo de hoy, y por todos los demás regalos; y gracias por todas las veces que
has escrito mi nombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario