Soltar la mano y dejar
que vuele sola, siendo yo apenas herramienta, contenedora de la magia que vive
en mí y que sin embargo solo a veces soy yo misma.
Dejar libre a esta
locura, a lo que sale cuando sueltas, a lo que sientes cuando te abandonas a
solamente sentir.
A mi piel anticipando el
sueño que ansío.
A la angustia de la
espera, a la emoción de lo inesperado, al calambre que de pronto te paraliza, y
a todo lo que ahora importa…
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