Como me suele pasar, de pronto, empiezo a
escribir…sin notar el movimiento de empezar…
Mis dedos siervos de mi mente, mis ojos
expectantes, ávidos por leer cada sangrado de tinta con forma de palabra…
Mi corazón, latiendo atropellado ante la
emoción del nacimiento…
De nuevo esclava voluntaria de mis ideas a
menudo desordenadas, bastantes veces opuestas, casi siempre inesperadas…
Imprevisibles…seguro…
Con suerte sorprendentes…
Con muchísima más suerte, emocionantes…
Detrás de las letras, mucho más profundo aún
que el folio que les sirve de soporte, mi alma perdida en alguna imagen del
pasado o algún sueño de futuro…
Quizá escucho alguna melodía que las
acompaña...no siempre pasa…
Y en las noches de bonitos sueños, sueño que
te las leo mientras me observas complacido…sabedor de que habitas en ellas…conocedor
de que te deben la vida…
Y al final de la experiencia una nueva
poesía...anárquica o conjugada con mi forma de ver la vida…
No hay mucha diferencia…
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