Y tan suavemente como una hoja de
otoño se deja caer al suelo
me abandoné yo en los brazos de mi nuevo ser…
Y sucedió que entonces dejé de ser
yo…
Dejé de resistirme, de apretar los
dientes, de temer…
Dejé de enfadarme y de temblar…
Dejé muy a menudo de hablar…
Me torné ligera y transparente…
Inmaterial...
Tanto, que todo lo que llegaba a mí, continuaba más allá de mí…
Inmaterial...
Tanto, que todo lo que llegaba a mí, continuaba más allá de mí…
Nada dejaba huella ya…
Ningún dolor que rumiar durante
horas…ningún rencor que guardar…
Esencialmente ausente...absolutamente presente...
Difícil de explicar…imposible de entender...
Increíble de sentir...
Increíble de sentir...
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