Y de repente, un
día, pierdes hasta el apetito, y te pasas el tiempo soñando despierta, y no
puedes concentrarte en nada, y vuelves a escuchar música romántica, y crees que
todas las canciones hablan de ti, y miras el teléfono cada segundo, y oyes
pajarillos, y ves arcoíris, y no puedes dejar de sonreír como una idiota, y
caminas sin pisar el suelo, y buscas entre la gente, y dibujas corazones, y te
miras al espejo, y te vuelves a mirar, y te cambias de ropa, y te peinas diez
veces antes de salir, y te encanta todo el mundo, y tarareas sin parar, y te
sientes tan afortunada que hasta te parece injusto, y te preguntas dónde
estará, y tartamudeas, y sales corriendo si lo ves entrar, y se te llena el
estómago de mariposas, y de nuevo tienes quince años, y escribes poesías que
riman con su nombre, y pintas su sonrisa, y te duermes en su voz…
¡Qué bonito es sentirse así! ¿eh?
ResponderEliminarOjalá durara para siempre...
Un abrazo.