miércoles, 29 de mayo de 2013

Vivir o sobrevivir...siempre una elección



Sobrevivir: odiar profundamente al despertador. Arrastrarte al trabajo y pasar el día mirando el reloj, una y otra vez, compulsivamente, para después volver, arrastrándote de nuevo, a casa, a derramarte en el sofá. 

Vivir: Despertar. Dar gracias por el nuevo día, por el sol y por tus ojos para poder verlo. Por las personas con las que te encontrarás. Por la salud que te permite vivir y trabajar. 

Sobrevivir: Mirar de vez en cuando a nuestro lado y pensar, ¿quién es esa persona que duerme junto a mí? Y no querer una respuesta, pues no nos importa tanto, y no estamos dispuestos a dar un sólo paso. Costumbre. Hielo. 

Vivir: vello erizado, mariposas, corazón galopante ante la presencia del otro, respiración agitada, anticipando el contacto. Fuego. 

Sobrevivir: ya soy un adulto respetable. No hago tonterías ni locuras, ya tengo una edad. Soy una persona seria. Envejecer. 

Vivir: soñar. Aprender. ¿Qué edad tengo? No me acuerdo, ¿¡qué más da!? Crecer. 

Sobrevivir: la vida es así. No hay nada que podamos hacer. Cuando estoy bien no lo disfruto, pues pienso que algo malo llegará. Los días desfilan insípidos e incoloros. 

Vivir: La vida es sorprendente. Me espera una ilusión en cada esquina, y cada nuevo amanecer trae consigo mil posibilidades. Cada día es un regalo precioso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario