Reinventando la ley de Murphy

Hoy toca sonreír cuando la tostada caiga por el lado de la mermelada, cuando el autobús arranque ante tus narices, y cuando en la tienda de ropa tengan todas las tallas menos la tuya.

Hoy suelta una gran carcajada cuando se termine el agua caliente en mitad de la ducha.

Hoy dile a la báscula: “¿amigas?”.

Hoy tómatelo con humor si paseas por el parque y la “cagada” de un dulce pajarillo coincide en el tiempo y el espacio con tu pelo recién lavado.

Empéñate en tener un buen día, aunque el despertador no suene, aunque se acabe la gasolina del coche, aunque el café sepa a rayos, aunque toda tu ropa esté sucia o sin planchar, aunque pierdas la antena de la radio cuando empieza a sonar tu canción favorita, aunque coincidas con el vecino “buenorro” en el ascensor cuando bajas la basura en chanclas y pijama, aunque el cajero automático te diga: “inténtelo de nuevo más tarde”, aunque un jovenzuelo te llame de “usted”…

La vida es divertida, piénsalo…y a Murphy…¡Que le den!