Si lo intento con todas mis
fuerzas quizá consiga que vuelva la niña que fui. ¿Te imaginas? Si lo lograra, podría soñar que vivo en un cuento; que los árboles tienen rostro, y que las
ramas son sus brazos. Podría volver a creer en las hadas, y podría volar con
ellas sobre la ciudad sin sentir vértigo ni nada. Podría pedir mil deseos.
Podría pasar el día jugando. Podría reír todo lo que quisiera y a nadie le
parecería extraño. Podría ser impuntual y despistada…y todos lo comprenderían,
porque sería una niña.
Si volviera a ser una niña
regresarían Papá Noel y los Reyes Magos; incluso el ratón Pérez, si retrocedo
lo suficiente.
Sólo pensaría en dibujar, y en
girar y girar sobre mí misma para contemplar el vuelo de mi vestido nuevo…y ni
siquiera me marearía, como me ocurre ahora sólo con pensarlo.
En mis cajones sólo habría
lápices de colores y pegatinas brillantes…y nadie esperaría de mí que fuera
fuerte.
Si consigo que vuelva un rato
puedo preguntarle por qué se fue tan pronto. Y puedo pedirle que me enseñe a soñar,
que no me acuerdo.
Podría contarle que ahora ya
no lloro por caerme de la bicicleta, sino por dolores que no se curan con
tiritas; que me canto la canción del “cura sana, culito de rana, si no se cura
hoy, se curará mañana”, pero que ya no funciona.
Si volviera le pediría que durmiera abrazada conmigo, que me asustan las tormentas y los monstruos que viven en los armarios.
Si volviera...¿Te imaginas que lo consigo?
Si volviera le pediría que durmiera abrazada conmigo, que me asustan las tormentas y los monstruos que viven en los armarios.
Si volviera...¿Te imaginas que lo consigo?
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