Leo sobre lugares
hermosos, sobre vidas inquietantes; sueño con otros aires, con asomar a una
ventana y contemplarlo todo nuevo.
He visto tan poco
de este mundo tan vasto…
Me enriquezco a
través de experiencias ajenas, me apasiono siguiendo vidas que no son la mía
hasta el punto de a veces creer que he vivido aquello que es ajeno a mí…
Casi creo que he
pisado suelos que están al otro lado del mundo…casi creo haber hablado con seres
que habitan en novelas y cuentos…
¡Con qué claridad
recuerdo cosas que jamás me han sucedido…! ¡Con qué habilidad me conduce la
mano invisible y maestra del creador de relatos!
Pienso en esas
vidas vividas entre líneas de tinta y hojas de papel; en esas historias que se
repiten cada vez que mi curiosa mirada pasea sobre ellas…
Siempre pienso
este tipo de cosas cuando llega la noche, porque la noche es misterio, y en la noche encuentra la magia quien crea en ella…
Muy bonita reflexión. La escritura nos lleva a todo eso que tu has dicho y a mucho más... Creando nos hacemos más grandes, nos crecemos y también aprendemos de aquellos personajes que hemos creado, ¿te ha pasado alguna vez?
ResponderEliminarUn abrazo.