jueves, 7 de marzo de 2013

Tiempo


Tiempo, huyes de mí, no me esperas, no tienes compasión, no dejas que haga todo lo que quiero, y me obligas a dormir imponiendo cansancio a mi cuerpo…
Tiempo, detén tu frenético ritmo, ralentiza tu paso, deja que por una vez tenga ganas de que acabe el día…
¡Mira! Ya es de noche otra vez y aún me quedan tantas cosas por hacer…
Tiempo…serénate, tú que tienes el poder de controlar el paso de las horas…
¿Por qué tienes tanta prisa? ¿Quién te espera?
Tiempo… ¡Qué poderoso! ¡Qué inalcanzable! ¡Qué ingobernable! ¡Qué inútil nuestra lucha por controlarte!
Tiempo… ¡Qué precioso! ¡Qué malgastado!

1 comentario:

  1. Me ha gustado tu reflexión por que me has hecho reflexionar a mi también, ¿qué pasaría si no existieran los relojes? ¿sería un verdadero caos o seríamos más libres?
    Saludos.

    ResponderEliminar