sábado, 30 de marzo de 2013

Preguntas...preguntas...


¿Cómo lograré hoy serenar mi alma? ¿Cómo conseguiré que regrese a mi rostro esa escurridiza sonrisa que se me escapa como grácil mariposa entre los dedos? ¿Cómo borraré de mi traicionera mente recuerdos que creía olvidados? ¿Cómo podré extender mis brazos y recibir con entusiasmo cada nuevo día? ¿Qué ha sucedido para que haya desandado en un segundo tantos pequeños pasos que había conseguido dar? ¿En qué momento he vuelto a perderme? ¿Por qué observo tu silueta tan lejana si ayer me parecía estar tocando ya tus manos? ¿A quién le pido ayuda? ¿A qué puerta llamo? ¿Acaso tendré que tomar impulso, una vez más, con las escasas fuerzas de mis cansadas piernas? ¿Acaso será mi propio aliento, una vez más, quien me dé aliento? ¿Tendré que mirarme al espejo y volver a entender que soy yo la única persona que puede ayudarme? ¿Tendré que ponerme en pie y empezar de nuevo, hoy como tantas veces...? 

1 comentario:

  1. Siempre hay una respuesta para cada pregunta. Bonita reflexión.
    Saludos.

    ResponderEliminar