martes, 5 de marzo de 2013

Mágicos instantes


Aburrida y conteniendo un bostezo dirigí mi mirada hacia la ventana. Observé con desgana la maceta que descansaba junto al cristal; una pequeña planta que alguien había puesto allí y a la que nadie prestaba atención a no ser para regarla de vez en cuando.
Reparé entonces en que todas sus hojas estaban orientadas hacia el sol que brillaba en lo alto del cielo, y quedé fascinada ante sus ganas de vivir…y me emocioné al contemplar la humildad de tan extraordinario ser…y así fue como esa pequeña vida llena de coraje me enseñó a ver que todo cuanto me rodea es sorprendente.
Jamás volveré a pensar que la vida no es mágica cada día…jamás volveré a simplemente existir…

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