Breve historia de amor con final feliz...o no...

Parte I de IV

Habían discutido. Él se metió en la ducha, y ella se le acercó por la espalda, rodeándole con los brazos, cautelosa.

Él, que parecía no haber notado su presencia hasta ese momento, se puso rígido como el acero al sentir su abrazo.

A ella la recorrió entonces un miedo visceral, la certeza de que algo se había roto para siempre entre ellos. Pero siguió aferrada a su cuerpo.

- No me toques- dijo él entonces, y su voz sonó tan gélida como mil inviernos.

- ¿Cómo…?- replicó ella con un débil hilo de voz. No podía creer que él le hubiera hablado así. Separó la cara de su espalda, buscando sus ojos. Pero él no se movió.

- ¡Sal de aquí!- exclamó él, levantando bastante el tono.

Ella dejó caer los brazos, flácidos, sintiéndose morir.

-¡¡Largo!!- bramó de nuevo, lleno de furia, al ver que no se marchaba.

- Pero…- ella fue incapaz de articular alguna frase con sentido, y aunque intentó moverse, sus piernas no le respondieron. Parecían empeñadas en seguir allí para siempre, humillándola.

- ¡Ya me voy yo, qué más da…!- dijo él al fin, con un gesto de exasperación, y salió de la ducha procurando pasar por su lado sin rozarla siquiera…y sin mirarla.