La encontró sentada en un banco,
cabizbaja, y se sentó a su lado.
- ¿Por qué estás triste?- le preguntó.
- Porque no tengo amigos.
- ¿Y por qué no tienes amigos?
- Porque nunca los he necesitado.
- Pero todo el mundo necesita
amigos.
- Yo no.
- Entonces… ¿por qué estás triste
hoy por no tenerlos?
- Porque ayer estaba triste y a
nadie le importó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario