sábado, 6 de octubre de 2012


SÍ, SOY FEMINISTA
He llegado a casa y, como viene siendo una costumbre últimamente, he conectado el ordenador para que fuera arrancando tranquilamente (no le gusta que le meta prisa, y se cuelga si lo hago); mientras, yo me ponía cómoda y me refrescaba un poco.
Una vez frente al ordenador he entrado en facebook, y me he topado, nada más abrirlo, con una frase que había colgado alguien (con foto y todo), y que rezaba así: “Toda mujer merece tener un hombre que la valore, la respete y la ame”.
Bien…, si ya este tipo de afirmaciones me parecen rancias, anacrónicas y de una pobreza mental bastante preocupante, cuál no habrá sido mi sorpresa cuando los comentarios de algunos especímenes femeninos (incluyendo el de la misma persona que había colgado el post), eran del tipo: “¡¡yo tengo uno!!”, “¡¡y yo!!”; y la otra que contesta: “¡¡qué suerte tenemos!!”.
- Señoras, por favor-, he pensado mientras luchaba por contener mis náuseas, - ¿y cerebro? ¿tenemos cerebro?
¿Para qué ha servido la lucha de tanta feminista que ha dado hasta su vida para defender, y demostrar, que la mujer no es un florero, que es un ser inteligente, autónomo, un ser cuya autoestima no depende de que un señor le regale flores y bombones de cuando en cuando, que el logro de la vida no puede ser (no debe ser) amarrar, con unos documentos firmados, a otra persona?; que nuestro objetivo no puede ser otro que nuestro crecimiento personal, intelectual, nuestra independencia emocional, económica, nuestra confianza en nosotras mismas…que debemos presumir de tener inquietudes, de tener una vida…no de tener un hombre al lado, como el que logra una medalla en una competición. Que sentirse feliz no está en función de que nuestro marido nos tienda una lavadora (“mi marido me ayuda mucho, tengo mucha suerte”, oigo decir muchas más veces de las que quisiera a señoras jóvenes, como si poseyeran una joya en bruto, como si colaborar en el trabajo de la casa o en el cuidado de los hijos sea algo que haya que agradecerles a los hombres cuando se dignan hacerlo).
¡Sal a la calle y vive, chica! !Sal a la calle y respira! a ver si en el próximo post me hablas de la economía, de la situación social, de que estás escribiendo un libro, de que estudias…y si mientras tanto hay alguien por ahí que te ama, y al que amas, mejor que mejor, pero por favor, no más odas a: “he pescado un hombre…la, la, la, la, la, la…”, que vamos ya por el 2012 d. C.

2 comentarios:

  1. Si señor, así se habla.
    Yo pienso exactamente igual que tú, pero no me siento feminista. Me parece que mientras sigamos diferenciando hombres de mujeres no vamos a avanzar. Me considero persona, al margen de hombre o mujer, y con las mismas obligaciones y derechos.

    ResponderEliminar
  2. Muy interesante tu observación, y estoy totalmente de acuerdo en que somos personas, al margen de hombres o mujeres. Ojalá ya no tuviéramos que usar términos como "feminista" o "machista", pero mientras seguimos luchando por ese ideal, y muchas de las rancias diferencias aún sigan ahí, si tengo que definirme, me defino "feminista".

    ResponderEliminar