martes, 30 de octubre de 2012

Gracias a las palabras...


Soy más de escribir que de hablar. A mis manos no les afecta la torpeza de la cual mi lengua es víctima irremediable. Ante el papel no hay timidez, ni pudor alguno, ni las mejillas se encienden presas del rubor, ni las palabras se atropellan unas a otras, sino que fluyen, y acuden siempre en orden, cada una a su puesto, obedientes, orgullosas de su poder; y a mi no me queda sino agradecerles que vengan cuando las llamo, que transformen el caos de mi mente en frases con algún sentido, que me concedan el don de arrancarte alguna emoción…quizá una sonrisa, o una lágrima furtiva que secas rápidamente con tu mano mientras observas con disimulo alrededor para asegurarte de no haber sido descubierto… sin sospechar que esa emoción que intentas ocultar es lo que da sentido a mi vida…
Discúlpame por las veces que no logré tocar tu alma, y gracias, mil gracias, por las que sí.

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